My current solo exhibition titled "Memorias del presente" (memories of the present)
Nov. 2024 - Jan 2025 at Fundación Rozás- Botrán
This exhibition is the result of almost 2 years of work, research and experimentation, below you can find an exhibition text written by visual artist Paul Parrella (in spanish)
Memorias del Presente: La herencia cultural como enunciado y enunciación. Voces mediadoras de un pasado futuro.
Memorias del Presente exhibe una exploración introspectiva, plena de complicidades, o mejor aún, plena de conspiraciones. Este cuerpo de trabajo, compuesto por ensamblajes de madera, textiles inspirados en la tradición guatemalteca, y técnicas, que van desde los procesos artesanales hasta el uso de herramientas de última generación como el corte de madera a través del láser computarizado, ensaya una búsqueda de sentido y pertenencia. Cada pieza propone interrogantes sobre la identidad, la memoria cultural y los lazos que unen al artista con sus ancestros, ofreciendo una interpretación políticamente sensible de su herencia cultural, sin la necesidad de caer en lo explícitamente panfletario. Más bien, Cárdenas, dibuja un camino sinuoso, bifurcado y consciente. Recontextualiza símbolos y saberes culturales en clave contemporánea con la pretensión de estimular un diálogo abierto.
Es de vital importancia, considerar el interés, y el vínculo del artista, con la psico-genealogía, para comprender la complejidad de su lectura. Esta disciplina, estudia las conexiones inconscientes y heredadas de la historia familiar que repercuten en el individuo. Según el propio artista, cada pieza es un "collage que busca la integración de partes distintas" para "crear algo nuevo de fragmentos". Si tenemos presente que esto nuevo, es producto de una práctica de re-ordenación, que busca adaptar aquello que es otorgado por el entorno, bien podemos asistir a la noción de “estructuras/estructurantes” de Pierre Bourdieu, que nos propone que la identidad y el entorno del sujeto, se construyen bidireccionalmente, en un proceso continuo de influencias recíprocas. Estas obras, ensayan una conjunción de múltiples capas de herencia y memoria, integrando elementos tradicionales con enfoques y técnicas contemporáneas. Al igual que en el proceso de “autopoiesis”, en el que Humberto Maturana describe la capacidad de los sistemas vivos de auto re-construirse a través de la permanente comunicación con su entorno. La obra de Cárdenas se re-construye a partir de las múltiples relaciones entre la complejidad de la tradición e innovación, aquello que es heredado y aquello que es creado.
Esta exposición se caracteriza por búsquedas de armonía a partir del juego con formas y colores planos, donde predomina el azul contrastado en matices, y un lenguaje visual que de alguna manera evocan a las relaciones de contraste de colores propuestas por el célebre profesor de la escuela Bauhaus: Johannes Itten. Este color, en sus diversas tonalidades, sugiere calma e intensidad, asumidas desde la experiencia cultural y psicológica. Actúan como un puente entre lo emocional y lo racional. La presencia sutil, y sin embargo, contrastante, de la luna o el sol, añaden un sentido dinámico a las composiciones. Propone líneas tensionadas entre la estabilidad del azul y la energía de los astros. En obras como “Lunación”, “Aurora/Ocaso” o “Soplo de los dioses” interactúa con la dualidad frío y calor. Sugiere la con-vivencia del sujeto con las dualidades propias presentes en la experiencia humana.
Desde una lectura formal, las conexiones con el arte geométrico se hacen evidentes en la limpieza de las líneas y la rigidez controlada de las formas. La influencia de maestros como Kazimir Malévich o Auguste Herbin se asoma en la particularidad de sus composiciones y en el uso del color autónomo. Sin embargo, Cárdenas incorpora estos recursos sin limitarlos a la pura abstracción, sino que los enriquece con un simbolismo heredado, con base en el imaginario cultural guatemalteco. En este trabajo, la geometría trasciende la cuestión estética. Opera como un vehículo de significado que, integrado con símbolos y arquetipos de su entorno, contribuye a una narrativa visual contemporánea, donde lo antiguo y lo actual dialogan a favor de un futuro articulado por el presente.
La investigación plástica de Cárdenas parte de la premisa de que es posible acceder a la memoria cultural y genética a través del arte, dado que esta, se encuentra inscrita en cada uno de nosotros. Sus creaciones, como “Apunte Epigenético” o “Recorrido Acausal”, emplean formas y símbolos tradicionales que evocan un diálogo entre generaciones.
Es necesario hablar de la materia, puesto que también juega un papel simbólico. El artista elige maderas locales, y aunque hace uso de métodos actuales como el CNC para procesar los cortes, la confianza del ensamblaje es depositada en maestros ebanistas con larga data de experiencia acumulada. Por otra parte, se encuentran los procesos artesanales y técnicas ancestrales como el tejido tradicional guatemalteco en piezas como “Sabiduría”— resalta la importancia de los símbolos culturales como vectores de la memoria colectiva revisitados. Desde esta perspectiva, Jacques Derrida proporciona una clave de interpretación con la teoría de la “deconstrucción” al hacer visibles estas formas y símbolos, Cárdenas no solo los reproduce, sino que los desentraña, re-mueve los elementos asentados en la liquidez propia de la percepción del pasado, para decodificar, re-interpretar y revelar su significado latente, re-ubicándolos en un nuevo contexto sin perder su esencia original.
En este cuerpo de trabajo, es posible aproximarse al simbolismo desde varias perspectivas. Por ejemplo, en los ensamblajes de madera inspirados en imágenes de la cultura heredada, podemos observar figuras arquetípicas como la serpiente y el búho. Estas figuras establecen un puente entre el observador y una historia compartida. Resalta la relevancia de la interlocución subjetiva, recordando los planteamientos de Carl Gustav Jung sobre los arquetipos, que integran la estructura psicológica en forma de capital simbólico circulante relacionado a una cultura. El uso de símbolos universales en obras como “El consejero” o “Sabiduría (la tierra, el aire, el sol y el agua)” invita al espectador a sumergirse en una reflexión introspectiva sobre sus propios orígenes y la manera en que estos dialogan con el presente. El espectador, es invitado a interpelar la obra, en la misma medida que la obra lo interpela. La obra ocupa lugares distintitos, siendo enunciación y enunciado de manera alternas para el sujeto.
Más allá de su valor estético, Cárdenas, articula sus obras como un manifiesto para la preservación de la memoria cultural. La colaboración con maestros artesanos y el uso de técnicas artesanales en piezas como “Atitlán/Santa Luna” y “Las 4 estaciones / generacional” son actos de resistencia ante la desaparición de estos saberes. Su proceso creativo, concilia la tecnología moderna con el trabajo manual. Aborda la materialidad a partir de una perspectiva pragmática y, a la vez, simbólica. Los accidentes, y las “marcas del proceso” que menciona el artista, en cada pieza, se convierten en elementos narrativos que aportan una identidad inesperada, nos invitan a pensar que se trata de acentos místicamente demandados por la obra misma. Una manera de asegurarse su propia voz y adquirir así, la condición de objeto parlante.
Memorias del Presente, finalmente, evoca el papel del arte contemporáneo en la reconstrucción de identidades individuales y colectivas. Hace un llamado a una cultura. Interpela a una sociedad que, en la mirada del artista, experimenta un posible desgaste en sus cimientos. Lo hace evitando ser didáctica. No pretende educar en el sentido de transferir conocimiento. El objetivo, es más simple y, a la vez, complejo. Pretende que el espectador sea capaz de plantear preguntas y encontrar las verdades que, de manera particular cada obra de arte reserva para todo aquel, que intenta decodificar su mensaje desde una aproximación voluntaria, atemporal y honesta.
Paul Parrella.
Barcelona, España. Octubre 2024.
Complemento al texto:
Mano a mano.
Hay quien tiende a pensar que lo merece todo.
Yo prefiero dar gracias.
Cruzo mis manos calientes sobre el mundo
sobre la gratitud a salvo del olvido.
Pienso en todas las manos
las que abrieron ventanas en los muros
las que besan el trigo para que haya pan
las que cortan el cuero que nos calza.
Amo todas las manos.
¿Qué son? ¿Qué pueden solas?
Son otras manos las que mueven los trenes
otras las que conectan las bombillas
otras las que abastecen los bazares.
Y serán otras manos
tal vez aún no nacidas
las que caven la tierra que me habrá de cubrir.
Raquel Lanseros.
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